A principio de año Netflix estrenó la serie «A ordenar con Marie Kondo» («Tyding up with Marie Kondo») gracias a la cual se dio visibilidad televisiva al trabajo que esta autora japonesa lleva elaborando una década. Lejos de querer establecer una valoración o crítica sobre su método del orden, me gustaría hacer una reflexión sobre una de sus enseñanzas más repetidas que me permito corregir:

Siendo yo una persona que lleva años procurando llevar una vida de consumo más sostenible, no puedo evitar que me chirríe eso del «desechar» y la filosofía que puede desarrollarse tras ese concepto. No hay duda alguna de todos los maravillosos beneficios que el orden puede aportar a nuestras vidas y nuestro bienestar. Sin embargo, me parece que para mantener ese orden y armonía debemos hacer hincapié en modificar nuestros hábitos de consumo y no «sólo» en ordenar y tirar lo que no nos haga felices.

Lo que he aprendido en estos años es que la base fundamental para llevar una vida más sostenible, ética y responsable es cambiar la manera en la que consumimos.

Es decir; cambiar tanto la calidad como la cantidad de lo que consumimos. Aprender a valorar, querer que dure más para así comprar menos.

¿De qué sirve apostar por moda ética, veganismo, vida cero residuo, etc. si no cambiamos de mentalidad como consumidores?

Es por esto que te invito a reflexionar sobre el lema «deséchalo si no te hace feliz», para anirmarte a buscar alternativas, asumiendo la responsabilidad de haber comprado dicho objeto en primer lugar. Para mí lo primero que me viene a la cabeza si tengo un objeto en casa que no necesito o que ya no quiero es:

• ¿alguien de mi entorno puede necesitarlo?
• ¿cómo podría reutilizarlo?
• ¿puedo reutilizar alguna parte/pieza?
• ¿puedo repararlo o modificarlo para que sí me dé uso?
• ¿dónde podría donar dicho objeto para que alguien le dé uso?
• si no hay por donde empezar porque está roto o demasiado viejo, ¿cómo o dónde puedo reciclar correctamente dicho objeto?

En el recomendadísimo blog de MiNirvana podrás encontrar un genial anális y reflexión sobre el libro «La magia del orden», en el que la psicóloga y yoguini Blanca Aguayo reinterpreta conceptos de dicho método de una manera maravillosa.

Así que como reflexión final ¡ordenemos la casa para ordenar nuestra vida, pero sin olvidarnos de consumir responsablemente! Prueba a tener en cuenta lo siguiente la próxima vez que vayas a comprar algo: