Hace tiempo creé una nueva categoría del blog llamada Low Waste o reducción de residuos, en la que voy compartiendo ideas sobre la sustitución de productos de un solo uso por productos reutilizables para que individualmente podamos reducir considerablemente nuestros desechos (sobre todo de plástico).
En el post de hoy te muestro una recopilación de productos del día a día para los que puedes encontrar alternativas reutilizables o que impliquen menos desechos (Low Waste) o los eliminen (Zero Waste). Y recuerda siempre reutilizar lo que ya tienes antes de tirarlo. No hay nada más sostenible que algo que ya existe.
Mi consejo, no hay necesidad de volverse tarumba con cada pequeño detalle o producto; para mí lo importante es ir implementando pequeños cambios poco a poco pero de manera lineal. Los pequeños gestos son los que marcan la diferencia.
No vale sólo quejarse de que en los supermercados te cobren por la bolsa de plástico, sino en hacer algo al respecto y fomentar que las bolsas de usar y tirar desaparezcan del súper. El truco está en adelantarse y planear con anticipación cuando vas a ir a comprar. Por un lado puedes llevar en tu bolso, mochila o en el coche una o varias bolsas de tela que se hacen un moñiguito y no ocupan nada, así como unas cuantas redes para la fruta. Una opción maravillosa es tener redes o bolsitas reutilizables para la fruta y la verdura:
Luego por otro lado tener varias bolsas de la compra grandes, en casi todos los supermercados las encuentras ya (y muchas de ellas están hechas de botellas de plástico recicladas, fíjate en la etiqueta a ver si lo pone :) Por otro lado también existen bolsas reutilizables más pequeñas pero más prácticas porque ocupan menos y nada y se pliegan en sí mismas para hacerse compactas. También puedes hacerte tú mismx si tienes una máquina de coser; pinchando en la imagen te llevo a un tutorial sencillito:
Para los que nos encanta llevar una botellita de agua siempre encima, ¡qué mejor que tener una botella reutilizable que reduzca drásticamente nuestro consumo y desecho de plástico diario!. ¡Larga vida al agua del grifo!. Eso sí, es verdad que hay lugares en España donde lamentablemente el agua del grifo no es potable o no está precisamente rica. Pero siempre hay una alternativa más sostenible a comprar botellas de litro y medio, por ejemplo comprar comprar garrafas del máximo volumen posible (8 l) o tener un dispensador de agua en casa cuyas garrafas de 20 o 30 litros se devuelven a la empresa proveedora, que las reutilizan una y otra vez.
Para ver la recopilación de botellas reutilizables que he hecho y decidirte por la tuya, haz click en la imagen.
Más de lo mismo, si te gusta comprar un cafecillo por la calle o bien salir de casa hacia el trabajo con tu bebida caliente, no tienes por qué prescindir de ello y encima puedes reducir o eliminar el consumo de vasos desechables fácilmente. Aquí tienes otra recopilación de vasos y termos para café, incluido mi súper vaso plegable que mola miiiiiiiiil.
Yo tomo muchas infusiones a lo largo de la semana y aunque siempre he tenido un poco de té a granel, casi siempre me hacía las infusiones con bolsitas (comodidad, vaguería…). Hace relativamente poco me enteré de que las bolsitas de té no son tan inofensivas como parecen.
Parece ser que es una información poco conocida, os recomiendo leer este post de «Vivir sin plástico». Y la solución es bien fácil, comprar té a granel y hacerte las infusiones con filtro. Y como siempre digo, no hace falta que te obsesiones con el tema reducción de residuos; si vas a una cafetería y te ponen la infusión de bolsita, disfrútala y punto. Pero sabes que en casa tú ya te preocupas y ocupas de reducir tus desechos.
Seguro que te imaginas que los discos masquillantes de algodón no son muy sostenibles con el medio ambiente que digamos, ¿no? Y aunque estuvieran hechos de bambú, que está muy de moda, es un desecho al fin y al cabo y puedes eliminarlo si lo deseas. En primer lugar tienes un montón de ejemplos en el post opciones reutilizables como desmaquillante tales como discos reutilizables y lavables, esponjas desmaquillantes, toallitas de tela…
En segundo lugar puedes verte este tutorial de discos desmaquillantes de tela para hacer en casa.
Y en tercer lugar, una idea maravillosa y súper fácil para sustituir las toallitas desmaquillantes de un solo uso: ¿sabes la típica prenda de ropa que vas a tirar porque no puedes ni siquiera donarla ya que tiene agujeros o una mancha que no se va ni con 100 lavados?. Pues pilla unas tijeras y corta la prenda a trozos y… voilà, te haces un montocito de cuadrados de tela listo para usar cada vez que te desmaquilles. Cada vez que te desmaquilles, tiras el trozo de tela a la basura. La camiseta iba a acabar en la basura sí o sí, pero así acaba en la basura después de haber sido reutilizada :)
Teniendo en cuenta lo descrito al final del punto 5.) te puedes imaginar la primera idea para tener trapos del polvo sostenibles, ¿no?. En mi casa siempre se han usado trapos del polvo hechos de retales de tela de algodón (trozos de camisetas y prendas viejas). Se usan X veces, a la lavadora. Y pasados unos años, nos podemos permitir el lujo de tirarlos y vuelta a empezar. Mi madre siempre fue Zero Waste y no lo sabía ;)
La opción 2.0 es un proyecto de costura nivel principiante para hacer tus propias bayetas usando camisetas viejas, sudaderas, etc. Las bayetas tipo «vileda» que usamos en la cocina son realmente una guarrindonguería que acumulan mucha suciedad y bacterias, están compuestas de plásticos al fin y al cabo y tienen una vida útil muy corta. Pues entcones, ¡qué mejor que tener bayetas de tela lavables y reutilizables!
El otro día hice un post tutorial con diferentes opciones para hacer tus propios trapos, paños y bayetas. Espero que te guste la idea.
Cambiarme al champú sólido ha sido sin duda mi transformación TOP de 2018 en cuanto a reducción de residuos. Desde que comencé a usar tanto pastilla de champú como de jabón he reflexionado mucho sobre la cantidad de botellas de champú, gel y acondicionador que habré gastado en mi vida y por ende la inmensa cantidad que ahorro ahora. Lamentablemente no tengo una foto de las estanterías de mi ducha hace un par de años para hacer un «antes y después». Tenía muchas cosas, calculo que como mínimo tendría:
- 1 botella de plástico de champú,
- 1 bote de plástico con acondicionador para facilitar el peinado de mi loco pelo rizado,
- varios botecillos de plástico de reparador de puntas para arreglarlas en verano,
- 1 botella de plástico de gel para el cuerpo,
- 1 bote de plástico de desmaquillador líquido (al menos ya había dejado de gastar discos de algodón desmaquillantes).
Y todos estos botes tirándolos y comprando nuevos aproximadamente cada 3 meses… Horror horrorífico.
Me llena de orgullo y satisfacción haber dado el paso al los jabones sólidos y dejar de alimentar ese bucle de creación infinita de residuos plásticos. Ya no me siento culpable tirando botes de champú, acondicionador, mascarillas, gel… al cubo amarillo con la falsa esperanza, pero fuerte deseo, de que se reciclen correctamente (jajajaja).
Una vez terminados todos los botes, empecé a comprar todos esos productos en su formado sólido: champú en pastilla, jabón de manos y cuerpo, acondicionador. La mascarilla para las puntas la sustituí con un hábito: si tengo las puntas secas: me corto el pelo y no vivo con la ilusión de revivir unas puntas más secas que el esparto con un potingue pringoso. Tal cual.
Si le das click a la imagen te llevo al post que he escrito sobre productos sostenibles en la ducha.
El desmaquillante líquido (ojo, me encantaba y me parecía comodíiiisimo) lo sustituí por la pastilla de jabón de jabón que uso para el cuerpo (*las pastillas de jabón normalmente se deberían usar frotando en las manos, no directamente sobre la piel jeje). Al usar pastilla de jabón he tenido que desaprender a lavarme la cara frotando como si fuera una cacerola, ya que si no lo haces con suavidad, te entra jabón a los ojos y lo flipas. Yo uso únicamente jabón y me sirve, ya que el único maquillaje que llevo es rímel.
Desde que no vivo en un piso compartido decidí que quería dejar de comprar botes de plástico de productos de limpieza de superificies y sustituirlo con un solo producto de limpieza que hiciese que generase menos residuos. Hola vinagre blanco.
0,5L de agua + 0,5L vinagre blanco. Si usas esencia de vinagre, ten en cuenta que es mucho más concentrado y tendrás que mezclarlo con más cantidad de agua. Te aseguro que esta mezcla limpia las superficies del baño y la cocina de maravilla y además lo desinfecta sin químicos. Al principio apesta un poco, sí, pero pasados unos minutos el olor a vinagre desaparece :)
A los cepillos de dientes viejos les regalo una segunda vida, son estupendos para limpiar zonas inaccesibles del lavabo o para frotar las juntas de los azulejos. Los cepillos de uñas viejitos también limpian las juntas de maravilla. Para limpiar el inodoro me permito el lujo de usar trozos de ropa vieja a los que solo les doy un uso. Es decir, reutilizar por última vez algo que ya se consideraba un desecho.
Para el detergente de la ropa hice muchos experimentos fallidos con productos caseros; y ahora ya no tengo ni el tiempo ni las ganas. De momento me pasé al detergente líquido que compro a granel en mi ciudad. Sobre el suavizante para la ropa lo sustituyo por ¡vinagre!. Solamente le echo un taponcito de vinagre a la colada; NO deja olor y además el vinagre actúa de antical para la lavadora. Cuando dejé de usar suavizante echaba de menos el olor «a limpio» pero con el tiempo ese olor me da tirria, porque es completamente artificial y demasiado intenso.
Es increíble la cantidad de compresas, tampones y envoltorios que puedes ahorrar pasándote a una opción sostenible. Si pinchas en la imagen podrás leer el post que escribí al respecto de mi experiencia con diferentes productos reutilizables para la regla. Compresas de tela, bragas menstruales, copa menstrual, sangrado libre… Hay opciones para todos los gustos.
Y por último, unos cuantos «pequeños» gestos que yo he empezado a hacer en mi día a día para cambiar la manera en la que consumo. Son esos gestos los que consiguen grandes cambios. Estoy contenta con mi evolución y todo lo que aprendo (¡y me divierto!) por el camino.
- Cuando pidas un resfresco, un cocktail o una limonada, es muuuuy posible que te la traigan con 1 o incluso 2 pajitas. Adelántate siempre por si acaso al son del ¡sin pajita, por favor!
- Servilletas de tela en vez de papel, increíble la cantidad de desechos que vas a reducir. Cada ciertos usos, echas la servilleta de tela a la lavadora y las reutilizas una y otra vez. Facilísimo y sin mucho esfuerzo adicional.
- Nunca he sido muy fan del papel de cocina porque nunca lo hubo en mi casa. Pero entiendo que pueda ser algo útil. Bien, pues lo puedes sustituir súper fácilmente por varios productos, según para lo que lo necesitases. Si es para secar superficies, mejor usar un trapo de tela o toalla que son reutilizables durante años. Si es para poner a escurrir las croquetas o empanadillas, puedes escurrirlas directamente en el colador de la pasta o poniendo papel de estraza (del que viene con la fruta del mercado, las bolsas del mc donalds y cosas así).
- Papel film y de aluminio ya no compro desde hace mucho tiempo. Para congelar comida o llevar bocadillos/snacks utilizo tuppers siempre. Para conservar verdura «empezada» en la nevera para qué usar papel film o de aluminio que poco después se va a la basura??!!?? Una pena que puedes evitar utilizando tuppers. , tarros de cristal o envases de helado, lo que sea. Luego está la opción modernis de los envoltorios de cera de abeja reutilizables (no soy muy amiga de ellos, no son veganos y no me parecen prácticos, sorry!). La opción low cost: utilizar retales de tela plástica (tipo mantén de hule) o forro de libros transparente (obviamente no el de pegar jajaja). Rodeas la media cebolla o el medio calabacín con el hule o el forro de libros y pones una goma alrededor. Y luego se lava y se reutiliza una y otra vez.
- Papel de horno, no hace falta comprar el de usar y tirar porque ya existen alternativas reutilizable. Yo me compré hace tiempo una alfombrilla de silicona para el horno que se limpia súper fácilmente y lo más importante, ¡es reutilizable!. Adiós al papel de horno de usar y tirar.
- Comida a domicilio: si el típico domingo de sofá y netflix he bajado alguna vez al restaurante chino a pedir comida, bajo con mi tupper de casa o mejor aún, bajo con el recipiente de poliespán que ya me dieron en su día y fregué para reutilizarlo. El corcho blanco no se puede reciclar, imagínate lo contaminante que es. ¿¡Cómo puede ser que aún sean los envoltorios que se usan mayoritariamente para comida a domicilio?! Los odio enormemente. Si estás como yo, pues tendrás que hacer un esfuerzo y no pedir comida a domicilio, sino ir al sitio a recogerla (y decir por adelantado tu intención de llevar el envase).
- Envolver regalos: ya no compro papel de regalo bonito. Me parece tirar el dinero y los materiales de una manera que duele, en serio. El papel de regalo dura unos minutos bonito hasta que se rompe con emoción al desempaquetar el regalo (¡qué sensación más chuli, verdad!). A mí me encanta, y no he de prescindir de darle ese gusto a quien le hago un regalillo. Puedes hacer envoltorios muy potitos reutilizando papel, tela y materiales que tengas por casa. Es muy divertido y muy original regalar así :) Se trata de reutilizar papel que viene con paquetes o cajas, reutilizar mapas que guardabas de un viaje, papel de periódico, papel de estraza, etc…
Y por último,
- Fumar es malo, sí. Pero si lo haces, por lo menos que sea dañando lo menos posible. Yo fumo (maaaaaaaaaaaal) tabaco de liar y uso papel y boquillas biodegradables de la marca OCB (y sí, digo la marca porque oye, es la única marca que conozco que ha lanzado algo así al mercado). Lo cual no exime de tirar las colillas a la papelera. Pero será un desecho que se biodegrará tanto si acaba en la basura como si acaba en el campo.
Y con esto me despido, que fumar es malo y que pasarse a reducir desechos y cambiar a productos más sostenibles con el medio ambiente es un pequeño gesto que produce grandes impactos positivos. Te mando un saludito y te invito, como siempre, a compartir conmigo otras ideas que puedas tener al respecto.