Sábado por la mañana, te levantas emocionada teniendo en cuenta que hoy podría llegar a casa el paquete✉ que esperas… y unas horas más tarde, mientras estás entretenida haciendo otra cosa… ¡Ding Doooong! y vas corriendo a abrir la puerta con nervios, como si fueran los mismos Reyes Magos los que tocan el timbre.

¡¡Qué alegría y qué alboroto,  ya tengo mis primeras zapatillas éticas!!

Ahora que llega el otoño y -lamentablemente- hay que aparcar las chanclas y las sandalias paulatinamente, me tenía que hacer con algún zapato cerrado así que el otro día por fin nos decidimos a comprar unas zapatillas de la marca ética «Ethletic«. Conocí la marca hace unos meses y me quedé con el nombre para que cuando acabara la temporada veraniega, nos hiciésemos con un par.

¡¡Estamos súper contentos con la compra y con formar parte activa de un proyecto así de sostenible ❤!!

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Desde hace un tiempo me preocupo por conocer, recopilar y difundir marcas, tiendas e iniciativas que promuevan la moda ética y el consumo sostenible. Hasta ahora he formado parte desde un plano más secundario, es decir; no desde el consumo directo de moda ética {porque el presupuesto no lo permite} pero sí que en estos años he ido dando un cambio muy grande en cuanto a:

• concienciación y reducción drástica del consumo de McFashion {al fin y al cabo no necesito tantísima ropa},
• consumo de ropa y complementos de segunda mano {abandonando el «comprar por comprar» y comprando con gusto cuando es necesario}.

A veces nos sorprendemos y ponemos cara de póker al ver los precios de la moda y el calzado sostenible, pero es que claro, nos hemos acostumbrado a adquirir prendas de ropa por precios ridículos que además de tener normalmente una calidad muy pésima, no respetan los derechos humanos de los trabajadores ni el medio ambiente en sus procesos de producción. Frente a unas zapatillas de 8€, ¿en qué cabeza cabe que todas las partes «ganen» y nadie se aproveche de nadie?.

Yo ya estoy más que harta de esta vergüenza de industria y realmente me he concienciado de que si queremos un producto de calidad, una mano de obra a la que se le pague lo que es debido con condiciones dignas de trabajo, si queremos que el medio ambiente no reciba siempre los latigazos de nuestras industrias y consumo desenfrenado, debemos asumir que hay que pagar más dinero para que las empresas éticas puedan asegurar todo lo anterior.

Hace no muchos años, yo misma fui consumidora de marcas archiconocidas que, con sus increíbles técnicas de márketing, nos hacen desear determinados productos por los que aceptamos pagar precios imposibles. ¡Me siento aliviada de haberme desintoxicado de aquello!

Así que, ahora que necesitaba un calzado nuevo, me he dado el capricho de comprarme mis primeras zapatillas sostenibles. Después de mucha búsqueda me he decidido por Ethletic, una marca cuyos principios son producir según el Comercio Justo (Fair Trade), el veganismo y por tanto vender calzado ético.

VALORACIÓN:

Estoy muy contenta de haber colaborado con mi compra a que esta empresa ética pueda crecer y asentarse. También mejorar, porque la calidad de las zapatillas nos ha dejado a los dos un poco decepcionados, la verdad. A lo mejor teníamos unas expectativas demasiado altas en cuanto a la calidad. La verdad es que resulta una lona demasiado frágil, más endeble que la de las típicas Converse o incluso sus imitaciones. Eso ha hecho que mis zapatillas, las altas de color verde clarito, tengan aspecto viejo y cutre. Las de mi novio duraron un poco más pero ahora da pena verlas, toda la goma despegada por los lados…unas zapatillas para llevar de festival, vamos. Una pena. Aunque lo dicho, me consta que con el paso de los años van -naturalmente- mejorando e intentando crear zapato de calidad para que sus valores de sostenibilidad se cumplan al 100% 🙂